Hay momentos que contienen eternidades,
fragmentos de segundo que lo cambian todo,
como cuando el rayo parte la tormenta
y deja el cielo desnudo, sin pudor alguno.
No te esperaba en aquel martes gris,
entre la multitud de rostros sin nombre,
pero llegaste como llega el amanecer:
inevitable, radiante, sin que nadie lo convoque.
Algo en tu manera de existir
desafinó la sinfonía de mi rutina,
como piedra que cae en agua quieta
creando círculos que nunca terminan.
Dicen los sabios que el corazón aprende,
que el amor es paciencia construida,
pero hay encuentros que desmienten libros,
que rompen teorías con una sola herida.
En tus ojos reconocí territorios
que nunca supe que había estado buscando,
paisajes familiares de vidas no vividas,
ecos de canciones que vengo tarareando.
¿Cómo explicar que antes de conocerte
ya te extrañaba sin saber tu nombre?
¿Cómo decir que tu llegada fue
un regreso disfrazado de sorpresa?
Hay quienes caminan años para encontrarse,
nosotros nos tropezamos con el destino
en una esquina cualquiera del tiempo,
donde lo casual se volvió divino.
Desde entonces cargo una certeza
que duele como duelen las verdades:
que algunos lazos trascienden esta vida,
que algunos encuentros son inevitabilidades.
En las noches donde todo se desdibuja
y el mundo pierde sus coordenadas,
tu recuerdo se vuelve norte magnético
que ordena mis estrellas desbandadas.
No sé si fue casualidad o designio,
si fuimos elegidos o nos elegimos,
solo sé que en un segundo eterno
todo lo que era se convirtió en lo que somos.
Por eso cuando me preguntan del amor,
no hablo de flores ni de promesas huecas,
hablo de ese instante que lo contiene todo:
el momento en que dos almas se reconectan.
Explicación del Poema
«El Instante Infinito» explora el fenómeno del reconocimiento inmediato entre dos seres, ese momento transformador donde el tiempo parece suspenderse y la vida cambia de rumbo instantáneamente. El poema examina la tensión entre las teorías convencionales del amor como construcción gradual y la experiencia visceral del encuentro que trasciende la lógica.
A través de metáforas naturales y temporales (rayo, amanecer, piedra en agua), el poema ilustra cómo ciertos encuentros poseen una fuerza disruptiva que reordena completamente la realidad interior. La voz poética navega entre la incredulidad y la certeza, entre la casualidad y el destino.
El poema explora temas profundos como la familiaridad inexplicable, el reconocimiento sin conocimiento previo, y la idea de que algunos vínculos trascienden las limitaciones temporales. La estructura progresa desde el momento del encuentro hasta la reflexión filosófica sobre la naturaleza del amor verdadero.
El título captura la paradoja central: un instante que contiene infinidad, sugiriendo que hay experiencias humanas que escapan a las medidas convencionales del tiempo y la razón.
Prompt para Imagen
Prompt: Crea una imagen artística y mística que represente el momento transformador del reconocimiento amoroso. La escena debe mostrar dos siluetas humanas andróginas que se encuentran en una esquina urbana difuminada, con el tiempo visual distorsionado alrededor de ellos – relojes que se derriten, calendarios flotando, ondas temporales. El momento del encuentro debe estar iluminado por una luz dorada que contrasta con el entorno gris de la ciudad. Incluye elementos simbólicos: círculos concéntricos emanando del punto de encuentro, estrellas que se reorganizan en el cielo, y un rayo de luz que parte una tormenta. La paleta debe combinar grises urbanos con explosiones de dorado y azul profundo. El estilo debe ser surrealista y emotivo, evocando simultaneamente lo cotidiano y lo trascendente, el instante y la eternidad.