Un día —no sé cuándo—
las palabras van a estallar en mi pecho
como luciérnagas sin rumbo,
y escribiré todo.
Sin filtros.
Sin miedo.
Sin perdón.
Diré lo que no dije
cuando dolía.
Nombraré los silencios
que fingieron no importarnos,
y pintaré con versos
aquello que no supimos decirnos
mirándonos a los ojos.
Y tú, tal vez,
leerás esas líneas
como quien se encuentra con un reflejo
en un vidrio empañado por el tiempo.
Quizás sientas que se trata de ti.
Quizás no.
Quizás reconozcas
la forma en que tus ausencias hablaban,
o la manera en que tu presencia
pesaba más que tus palabras.
No sabré si aún existes
en la página siguiente,
si tu nombre sigue sonando
como lluvia sobre el tejado de mi alma,
o si el eco de ti
ya es sólo viento
pasando por otro corazón.
Pero yo escribiré.
Porque aún si ya no eres tú,
aún si ya no soy yo,
ese amor —el que quise que fueras—
merece quedarse escrito
en algún rincón del mundo.
Explicación del poema:
“Quizás Fuiste Tú” es una confesión que se desenvuelve entre la necesidad de expresar lo no dicho y la ambigüedad del recuerdo. Habla de un amor pasado que marcó profundamente, pero que el tiempo y el silencio han transformado en un espectro emocional. El poema se sitúa en el borde entre lo que fue y lo que podría haber sido, dejando una estela de melancolía, honestidad y una sutil esperanza: la esperanza de que decirlo, aunque tarde, aún libere.
Prompt para imagen inspirada en el poema:
Una persona sentada frente a una máquina de escribir antigua o un cuaderno abierto, en una habitación tenue iluminada por la luz suave del atardecer o una lámpara cálida. El rostro no debe ser completamente visible, dejando ambigüedad sobre la identidad o género. Sobre la mesa, hojas escritas a mano, algunas arrugadas. Al fondo, una ventana muestra la silueta de un árbol desnudo o una calle tranquila. El ambiente sugiere nostalgia, introspección y una sensación de carta no enviada. Estilo artístico realismo poético o ilustración nostálgica, con tonos suaves y contrastes de sombra y luz.