
Si los deseos fueran imanes,
el mundo entero sería
un mapa deformado
por la fuerza de este anhelo:
todas las brújulas locas
señalarían tu nombre.
Construyo catedrales
con el humo de mis cigarrillos nocturnos,
donde cada bocanada
es un rezo prohibido:
«Que esta sombra sea tu cuerpo,
que este vacío sea tu voz».
Invento geografías imposibles:
tu risa en el silbido del café por las mañanas,
tu piel en la textura de las sábanas frías,
tu mirada en el reflejo
que se desvanece
en el espejo del ascensor.
Amar así es esto:
ser arquero sin flechas,
astrónomo de un planeta
que solo existe
cuando cierro los ojos.
Y sin embargo…
qué dulce este suplicio,
esta alquimia absurda
que transforma el polvo en besos,
la distancia en promesa,
y cada noche sin luna
en un altar
donde tu recuerdo
es la única hostia que consumo.
Explicación:
Este poema explora el amor-ausencia a través de imágenes religiosas y científicas («catedrales de humo», «brújulas locas»), creando una tensión entre lo tangible y lo imaginado. La voz poética es intensamente subjetiva pero universal, usando símbolos cotidianos elevados a lo sagrado. La melancolía («sábanas frías») se equilibra con la esperanza («promesa»), manteniendo un tono íntimo y trascendente.
Prompt para la imagen:
«Crea una ilustración surrealista donde una figura solitaria en una habitación oscura proyecta una sombra que se transforma en un paisaje cósmico (galaxias, constelaciones con forma humana). Incluye objetos flotantes: un espejo roto, una taza de café humeante que se convierte en pájaros, brújulas apuntando todas a un punto invisible. Paleta: azules profundos, negros con destellos dorados y toques de rojo pasión. La atmósfera debe transmitir soledad mística.»