
No eras mía,
y sin embargo,
fuiste el lugar donde más veces me sentí en casa.
Te amé en los márgenes,
en la hora exacta en que el mundo se apaga
y los nombres pierden su forma.
No me avergüenzo.
No fuimos un error,
fuimos un instante perfecto
en la geografía del imposible.
Tu risa era un país
al que volvía sin pasaporte,
y tus ojos,
dos luciérnagas borrachas de deseo
que encontraban mi oscuridad sin preguntar.
Yo no dormía a tu lado,
pero eras el insomnio
que acariciaba mi pecho.
No pronuncié tu nombre en voz alta,
pero vivía en él.
Me arrodillaba en tus silencios,
rezaba a tus gemidos
como quien ora por una redención
que sabe que no vendrá.
Fui quien sostuvo tu alma
cuando nadie más notó que caía.
Fui quien bebió de tus lágrimas
y también de tus fuegos,
como si ambos fuesen vino sagrado
en el altar de lo prohibido.
No exigí pertenencias,
solo presencia.
Te cuidé desde lejos,
como el faro cuida al mar
aunque no lo toque.
Y tú…
tú fuiste mi milagro clandestino,
mi luz entre dos sombras,
la prueba de que incluso en lo ajeno
puede florecer lo eterno.
Sí,
te amé donde no podía habitarte…
pero juro, por todo lo que aún me duele,
que fuiste el amor más verdadero
que nunca tuve.
🪞Explicación del poema:
“Te Amé Donde No Podía Habitarte” es una elegía íntima y apasionada al amor imposible. Explora el vínculo entre dos personas unidas por una conexión tan poderosa como inviable. La voz poética transita la aceptación del rol secundario, sin rencor ni vergüenza, resaltando la dignidad de amar sin poseer.
A través de metáforas sensoriales y símbolos como la casa, el faro y el altar, el poema crea una atmósfera de melancolía vibrante. El amor no se condena por su forma, sino que se honra por su profundidad, aunque haya nacido en la sombra.
Este poema no tiene género: es un espejo para cualquiera que haya amado a destiempo, en silencio, o desde un rincón invisible.💔
🎨 Prompt para imagen acorde al poema:
“Una figura solitaria sentada al borde de una cama vacía, iluminada por una tenue luz de luna que entra por una ventana entreabierta. El cuarto tiene un aire etéreo, con trazos difuminados como si el recuerdo lo habitara más que la realidad. En el fondo, siluetas entrelazadas hechas de humo o niebla se desvanecen lentamente. El rostro de la figura muestra tristeza serena, no llora, pero sus ojos cargan siglos. Paleta de colores suaves: tonos azul noche, gris perla y ámbar tenue. Estilo pictórico poético, surrealista, con elementos simbólicos que representen amor no correspondido, memoria y deseo contenido.”