
Cuando menos lo espero, la luna negra gotea sobre mi cuello,
tu lengua es una emboscada de terciopelo hirviente,
me deshaces con la brutalidad de un ángel ebrio,
y mi vientre, altar profanado, florece en fiebre.
Me deseas justo cuando finjo indiferencia,
y tu violencia me nombra más que el amor.
Prendimi senza pietà, fammi tremare tutta,
(…el deseo nunca pide permiso: se impone como dios blasfemo).
Desgarra mi calma con un beso no anunciado,
haz de mi cuerpo una tormenta profética,
y transmútame en bestia que suplica ser poseída.
🔍 Explicación del Poema
Este poema encarna una visión mística y carnal del deseo inesperado. La luna negra, símbolo de lo oculto y lo primitivo, aparece como testigo del deseo furtivo que no pide permiso: el acto de besar sin previo aviso se transforma en un rito oscuro, casi sacramental.
En la primera estrofa, se evoca la sensualidad como un instinto depredador, donde el beso no es caricia, sino ataque ceremonioso. La luna negra no alumbra: arde.
La segunda estrofa presenta la paradoja: ser invadida por el deseo ajeno, y sin embargo, anhelarlo. El verso en latín, «In tenebris floreo» (“en la oscuridad florezco”), revela que el placer no nace en la luz del amor convencional, sino en la penumbra de lo prohibido.
Finalmente, en la tercera estrofa, el clímax: la transformación ocurre cuando el deseo rompe toda lógica y se convierte en rito de mutua destrucción. El beso ya no seduce, arrastra y redefine lo que somos: amantes convertidos en dioses rotos por la lujuria.
📸 PROMPT VISUAL (ideal para generar imagen IA con Midjourney, DALL·E, etc.):
«Ilustración psicodélica gótica. Mujer desnuda en una habitación carmesí, la luna negra visible por una ventana deformada. Su piel parece cristal líquido quebrándose bajo labios incandescentes. Estilo visual: James Jean fusionado con Zdzisław Beksiński. Paleta: rosa sucio, negro profundo, azul petróleo, reflejos fucsia mutante.»