Tus ojos, pozos profundos de olvido y promesa,
donde mi alma, errante, halla su senda.
Un laberinto de luz, una sombra que profesa
secretos que solo el corazón comprende.
En cada ausencia, un nudo en la garganta,
la certeza de un vacío que solo tú llenas.
Y aunque el tiempo su danza implacable levanta,
mi anhelo, cual río, por ti se encadena.
Se visten de gris los cielos sin tu risa,
y la soledad me abraza con su manto frío.
Mas en el rincón más hondo, una brasa,
la llama de un futuro, mi eterno desafío.
Así en la desolación, un pétalo brota,
de una esperanza que el viento no apaga.
Tu recuerdo es faro, una barca remota,
que hacia orillas de paz mi espíritu indaga.
Y en esta dualidad, melancolía y aurora,
me aferro a la esencia de lo que fuimos, seremos.
Un amor que el destino con hilos decora,
en cada fibra del ser, por siempre lo tendremos.
Explicación del Poema
«Latido Infinito» explora la intensidad del amor y la conexión humana más allá de las limitaciones físicas o temporales. Utiliza la primera persona para sumergir al lector en un viaje emocional que abarca la melancolía de la ausencia, la desolación de la soledad y la persistente luz de la esperanza. Los «ojos» actúan como un símbolo central, representando la profundidad del alma y el destino. La dualidad entre la oscuridad (ausencia, soledad) y la luz (esperanza, futuro) es un tema recurrente, buscando resonar con la experiencia universal de amar y anhelar. El poema busca transmitir sensaciones vívidas y una profunda reflexión sobre la naturaleza perdurable del amor.
Prompt para crear una imagen acorde con el texto del poema:
«Una imagen etérea y simbolista que represente la universalidad del amor. En el centro, unos ojos profundos y enigmáticos que irradian tanto una melancolía suave como una esperanza luminosa. Alrededor de los ojos, elementos abstractos que sugieran un «laberinto de luz» y «sombras que profesan secretos». La paleta de colores debe ser una mezcla armoniosa de tonos grises y azules que evocan la desolación, entrelazados con destellos de dorado, blanco o ámbar que representen la esperanza y la calidez del amor. Podrían aparecer sutiles siluetas de un río o hilos luminosos que conectan los elementos, simbolizando el anhelo y el destino. El estilo debe ser evocador y un poco onírico, con una atmósfera que invite a la reflexión y la conexión emocional.»