El mundo que construimos con gestos

Un gesto pequeño,
hecho con las manos del alma,
puede mover montañas,
puede iluminar la noche,
puede construir un mundo
donde el amor no es una palabra,
sino un latido,
un suspiro,
un abrazo que no se desvanece.

Así es nuestro amor:
real, transparente, consciente.
No hecho de grandes promesas,
sino de pequeños detalles,
de miradas que dicen más que mil palabras,
de silencios que abrazan,
de risas que curan.
Hemos construido un universo
con lo que otros llamarían poco,
pero que para nosotros lo es todo.

Porque el amor no son los fuegos artificiales,
ni las declaraciones que se llevan el viento.
El amor es el café de la mañana,
la mano que se busca en la oscuridad,
el «aquí estoy» en los días grises.
Es la certeza de que,
aunque el mundo se desmorone,
tú y yo seguiremos aquí,
construyendo nuestro refugio,
ladrillo a ladrillo,
gesto a gesto.

Y qué maravilloso es este mundo
que hemos creado,
donde no hay mentiras,
donde no hay máscaras,
donde todo es tan real
como el aire que respiramos.
Un mundo donde el amor no es un sueño,
sino una realidad que palpita,
que crece,
que perdura.

Porque contigo,
he aprendido que el amor
no se mide en grandezas,
sino en pequeños actos de ternura,
en detalles que no se ven,
pero que se sienten en el alma.
Contigo,
he descubierto que el mundo más bello
no es el que brilla más,
sino el que se construye
con las manos del corazón.

Así que sigamos construyendo,
gesto a gesto,
día a día,
este mundo que es nuestro,
este amor que es eterno,
esta vida que es maravillosa
simplemente porque la compartimos.

Deja una respuesta

© 2007 - GPS-971.com. Todos los derechos reservados.
Desarrollado por www.gps-971.com