La Sed que No Nombra el Agua
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Te busqué en el eco de un suspiro,donde el deseo no tiene nombrey el silencio sabe a promesa rota.No era el cuerpo lo que temblaba,sino el alma que, a medias,aprendía a arder sin fuego. Te soñé sin piel ni rostro,como un verso que se ofrece al vientosin saber si alguien…
Teología de la Carne
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Construimos altarescon las sábanas ardiendo,sacramentos de salivay uñas que dibujancredos en la espalda. No hay pecadoen este evangelioque escriben los muslosal declamar améncon temblor de estrellas. El demonio sonríeen los labios mordidos,Dios suspiracuando las caderasinventan su propiogénesis sudoroso. Pero la verdadera blasfemiaes este altar vacío,este cáliz sin vino,este cuerpo que…
Geografía del Corazón
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Camino descalzo por senderos de cristal,donde cada paso resuena como un susurrode todas las veces que pronuncié tu nombresin que estuvieras ahí para escucharlo. Hay días en que el mundo se vuelve gris,como ceniza de cartas nunca enviadas,y mis manos buscan en el vacíola textura de una piel que solo…
Sed de Eternidad
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En el silencio que precede al amanecer,cuando las sombras danzan con la luz naciente,siento tu ausencia como un río que se extiendeentre mis manos vacías y mi corazón doliente. Hay en el aire una promesa no cumplida,un susurro que se queda a medias en los labios,como cuando el viento acaricia…
Lo Que Despiertas Cuando Te Vas
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No eres pecado,pero a veces ardescomo si lo fueras. No es tu piel lo que duele,sino el eco de tu tactocuando ya no estás.Me dejaste entreabierto el corazón,como una puerta que crujecon cada viento de tu nombre. Hay gestos que encienden,pero no iluminan.Palabras que rozan la llama,y no se atreven…
Liturgia del Deseo Inconcluso
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Llamas sagradas entre las sábanas,tu boca recitando salmosen la piel de mis muslos,tus dedos escribiendoel libro prohibidode mis costillas. Pero qué Dios cruelinventó este suplicio:llevarme al borde del altary dejarme ahí,temblando como ofrendaque nunca será consumada. Mis gritos son campanasen una catedral vacía,mis uñas clavansúplicas en tu espaldamientras me conviertoen…