
Lloré en la noche más oscura,
cuando el frío de la duda
se hizo hogar en mis huesos.
Creí que el tiempo se detenía,
que el dolor tenía raíces
y que nunca soltaría mi piel.
Pero el alba llegó,
como siempre llega,
y en su claridad comprendí
que cada sombra que enfrenté
dibujó en mí un mapa de estrellas,
cicatrices de luz que me guían.
La tristeza me enseñó a abrazar la risa,
la soledad me hizo encontrarme,
y el caos…
el caos me dio alas
para cruzar la tormenta.
Ahora entiendo:
no fui vencido,
fui esculpido por el tiempo,
tallado por los vientos,
y cada herida que cargué
se convirtió en un puente
hacia mi propia fortaleza.
Porque la vida no arrebata sin razón,
solo despeja el camino
para lo que realmente importa.
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Explicación del poema:
Cicatrices de Luz responde al poema original explorando la transformación que surge del dolor. Mientras el texto inicial resalta el aprendizaje que dejan las dificultades, este poema toma una perspectiva más íntima y visual: el dolor como un escultor, las cicatrices como estrellas que guían, y la fortaleza como el resultado de haber resistido. Se enfatiza que las pérdidas no son finales, sino senderos que nos conducen a una versión más fuerte de nosotros mismos.
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Prompt para la imagen en Copilot:
«Crea una imagen simbólica de una figura de pie en la cima de una colina al amanecer, con cicatrices que brillan como constelaciones en su piel. La figura mira hacia adelante con determinación, representando resiliencia y crecimiento. A su alrededor, los restos de una tormenta se disipan en el horizonte, con nubes aún cargadas de lluvia pero dejando paso a la luz dorada. La atmósfera debe transmitir un equilibrio entre melancolía y esperanza, mostrando el viaje desde la oscuridad hasta la claridad.»