
Título: «Donde arde la marea»
Bajo la noche deshecha en ceniza,
somos dos cuerpos sin tregua ni fin.
Todo es vértigo, sangre que avisa,
olas que mueren naciendo en su fin.
Cruzas mis venas como una tormenta,
ciego naufragio de un mismo ardor.
Somos el eco de un alba violenta,
somos la fiebre que incendia al sol.
Aquí no hay dudas ni huellas ni frío,
solo el abismo de amarnos así.
Rómpeme el miedo, desátame el río,
ábreme el pulso, quédate en mí.
Explicación:
Este poema intensifica la sensación de pasión desbordada, con un lenguaje más crudo y vibrante. Usa imágenes de la naturaleza para representar el amor como una fuerza incontrolable, pero sin perder la musicalidad.