Título: «El Jardín de los Suspiros»
Poema:
Te encuentro en el jardín de los suspiros,
donde las flores no tienen nombre
y el aire huele a tiempo detenido.
Cada pétalo es un instante que no se olvida,
cada espina, un recuerdo que no se desprende.
Tus ojos son dos faros en la niebla,
guiándome hacia un puerto que no existe,
pero que siento tan real como la sal en mis labios,
como el rumor del mar en mi pecho.
Te busco en el tacto de la lluvia,
en la caricia fría que despierta la piel
y en el silencio que habla más que las palabras.
Eres el eco de una canción que nunca escuché,
pero que reconozco en cada latido.
El amor es un río que no sabe de orillas,
que fluye entre mis manos sin pedir permiso,
llevándose pedazos de mí que no volveré a ver,
pero que guardo en la memoria de la tierra,
donde las raíces de lo que fuimos
aún buscan la luz.
Y aunque la noche se alarga
y las estrellas se apagan una a una,
sé que en algún lugar,
en algún jardín que no conozco,
tus pasos y los míos se cruzan,
y el mundo vuelve a florecer.
Explicación: Este poema navega entre la melancolía y la esperanza, utilizando símbolos como el jardín, el río y la lluvia para explorar la persistencia del amor a través del tiempo y la distancia. Las imágenes sensoriales evocan una conexión profunda con lo intangible, mientras que el lenguaje fluido y evocador invita al lector a reflexionar sobre la universalidad del amor y la pérdida.