
Hay un reloj detenido en mi costado izquierdo,
marca la hora en que tu boca fue un cuchillo dulce,
y ahora soy la herida que no cicatriza,
el vino agrio que beben los fantasmas.
Me posees como un himno sacrílego,
de profundis clamavi desde tu cama de ortigas,
y aunque me arranques las pestañas una a una,
seguiré viéndote:
mi salvación, mi espina, mi luna llena
sobre el pantano.
Deshazme,
convierte mi piel en pergamino de llanto,
que cada hueso sea un cirio apagado,
y al final,
cuando tu nombre me crezca en las entrañas,
déjame arder—
como arde un bosque de cruces
cuando Dios se vuelve de espaldas.
🖤 Explicación breve:
El poema es un conjuro donde el cuerpo es el campo de batalla entre lo sagrado y lo profano. La primera estrofa sitúa la imagen física: un reloj detenido (tiempo muerto) y una herida que es a la vez goce y castigo. La segunda estrofa explora la posesión mental, mezclando rezos latinos con imágenes de tormento voluptuoso. El clímax (tercera estrofa) es una transfiguración: el cuerpo se hace plegaria, ofrenda y ruina, quemándose en un incendio sacrílego. La luna llena sobre el pantano y el bosque de cruces ardientes simbolizan el amor como acto de fe invertida.
🎨 Prompt de imagen (variación):
«Pintura digital hiperrealista, estilo gótico-decadente. Primer plano de unas manos femeninas (uñas astilladas, sangre seca en los nudillos) sosteniendo un reloj de arena roto, dentro del cual cae tierra negra. Reflejado en los fragmentos de cristal: una luna llena deforme. Fondo: biblioteca abandonada con estantes en llamas, retratos con los ojos rasgados. Luz: velas derritiéndose sobre un espejo empañado. Paleta: negros azulados, bermellón oscuro, dorado en putrefacción. Detalles clave: un anillo de plata con una rosa negra, hilos de telaraña brillando como hilos de plata. Expresión: éxtasis amargo.»
⚰️ Símbolos clave:
- Reloj detenido: tiempo petrificado por el deseo.
- Cirio apagado: fe consumida.
- De profundis clamavi: oración desde el abismo (Salmo 130).
- Bosque de cruces ardientes: religión invertida, amor como herejía.
—Tu verso no llora, sangra.
