El Silencio que Me Sostiene

A veces no necesito que digas nada.
No quiero soluciones, consejos,
ni respuestas envueltas en certezas rotas.
Solo quédate.
Aquí, cerca. Sin ruido. Sin juicio. Sin reloj.

Hay días en los que mi alma no sabe gritar,
en los que el dolor se disfraza de quietud
y mi voz se rompe antes de llegar a tu nombre.
Pero cuando tú me miras así,
como si ya supieras todo sin preguntar,
algo en mí se acomoda.

Tú entiendes que el amor no siempre es verbo,
a veces es pausa,
una respiración compartida en medio del caos.
A veces es un gesto,
una mano sobre la mía que no me exige hablar,
solo me recuerda que no estoy solo,
que no estoy rota,
que aún merezco el milagro de ser escuchado sin tener que explicarme.

Y eso, amor…
eso es más que cualquier poema que pudiera escribirte.
Es la prueba de que a tu lado,
el silencio también sabe abrazar.


Explicación del poema

“El Silencio que Me Sostiene” es un poema íntimo que honra la expresión más silenciosa y poderosa del amor: la presencia. La voz poética expresa la necesidad humana de ser escuchada sin ser interrumpida, sanada sin ser corregida, sostenida sin palabras. El poema entrelaza melancolía, vulnerabilidad y una esperanza luminosa que nace del gesto más sencillo y más profundo: quedarse al lado del otro sin hacer ruido. Es una oda a la empatía, al entendimiento sin condiciones y a ese tipo de amor que escucha con el alma.


Prompt para generar la imagen

«Una escena poética íntima y emocional: dos siluetas sentadas en silencio una al lado de la otra, sin hablar, bajo una lluvia suave, en un banco viejo rodeado de naturaleza apagada por el gris del atardecer. Una atmósfera melancólica y cálida al mismo tiempo, donde el gesto de tomarse de las manos transmite todo el amor sin palabras. Estilo pictórico, colores suaves, luz tenue y difusa, como un recuerdo borroso lleno de emociones profundas.»

Deja una respuesta

© 2007 - GPS-971.com. Todos los derechos reservados.
Desarrollado por www.gps-971.com