
Me encontré contigo en la orilla de mis sombras,
cuando ya no esperaba ser tocado por la luz.
Fue tu deseo —nítido, ineludible—
el que quebró mis murallas con una sola mirada.
No hiciste ruido,
pero llegaste como una marea que lo inunda todo,
y yo, náufrago de mí,
decidí rendirme sin lucha, sin preguntas, sin temor.
Tus manos sabían más de mí
que mis propias confesiones,
y tus labios eran la brújula
que guiaba mi piel hacia territorios olvidados.
Nos deshicimos entre suspiros que hablaban otro idioma,
en un lenguaje que solo entienden los cuerpos
cuando aman sin límites ni horarios.
Fuiste fuego…
y yo no solo ardí contigo:
me convertí en llama.
Y en esa combustión sagrada,
descubrí que el amor también es perderse
para volverse a encontrar
en la respiración compartida de dos almas abiertas.
Explicación del poema
“Combustión Sagrada” es una inmersión lírica en la intensidad de la pasión emocional y física, abordada desde la vulnerabilidad de quien se entrega por completo. El poema transita entre la oscuridad interior y el renacer a través del encuentro con el otro, explorando el poder de la conexión profunda, más allá de las palabras. La desolación inicial se disuelve en un éxtasis compartido, simbolizando que incluso desde el abismo puede surgir una esperanza luminosa, cálida y verdadera.
Prompt para generar la imagen
«Una escena simbólica y poética: dos figuras semidesnudas envueltas en una espiral de luz y sombra, entrelazadas como si emergieran de un océano ardiente. El ambiente es íntimo y etéreo, con destellos dorados y rojos que representan la pasión, contrastando con un fondo oscuro lleno de neblina emocional. Elementos abstractos como humo en forma de suspiros, piel reflejando constelaciones y agua suspendida en el aire. Estilo artístico entre surrealismo romántico y realismo mágico, con fuerte carga emocional.»