
En el lienzo de la eternidad, Julia, brota nuestra historia,
26 inviernos y veranos de amor, de risas, de gloria.
Tus abrazos, oh, tus abrazos, son versos que susurran mi alma,
como una brisa nocturna que canta y embalsama.
Eres la melodía que teje la piel de mis días,
el murmullo que enciende mis noches sombrías.
Nuestro baile es un eco sin pausa ni final,
un compás infinito en un tiempo inmortal.
Juliet y Valentín, frutos de nuestro edén,
sus risas son estrellas en el vasto vaivén.
Ellos, los jardines que florecen en nuestra canción,
raíces profundas, el latir de nuestra unión.
Te amo, Julia, más allá del polvo y la esfera,
en el río del tiempo que nunca se cierra.
Por cada beso en la lluvia, por cada sueño al viento,
felices 26 años, amor, en este firmamento.