
No busco ya tormentas ni fuegos artificiales,
he vivido suficientes naufragios
para saber que el amor
no siempre grita.
Ahora anhelo lo que no se ve,
el gesto silencioso que sostiene,
la mirada que no huye
cuando mi mundo se resquebraja.
He aprendido a amar
a quienes se quedan
cuando se apagan las luces
y el eco del alma tiembla
en un cuarto sin promesas.
Quiero a quien recoge mis ruinas
sin preguntar por mis planos,
a quien no me exige alas
cuando apenas puedo arrastrar mis pies.
Que el amor no sea un espectáculo,
sino un refugio.
Un sitio donde los días malos
no pidan permiso para llegar,
pero tampoco encuentren la puerta cerrada.
Quédate,
no por lo que brille en mí,
sino por lo que tiembla.
Porque al final,
el corazón no busca héroes,
solo manos sinceras
que no suelten
cuando todo tiembla.
Explicación del poema:
“Cuando Todo Tiembla” es un canto íntimo al amor maduro y consciente. Inspirado en la reflexión sobre lo que realmente buscamos con los años, el poema se aleja de idealizaciones románticas para abrazar la profundidad de la compañía verdadera. Habla de esos vínculos donde no se necesitan palabras grandiosas, sino presencia constante y silenciosa, especialmente cuando la vida pierde su forma. Es un poema sobre la necesidad humana de ser sostenidos, no por perfección, sino por verdad y lealtad.
Prompt para generar la imagen acorde al poema:
Una escena melancólica pero esperanzadora: dos figuras humanas sentadas juntas en silencio sobre los restos de una pared derrumbada, rodeados de una ciudad apagada al anochecer. Una tenue luz dorada los envuelve, como si su conexión fuera la única chispa viva. El estilo debe ser poético y simbólico, con trazos suaves, colores apagados y detalles que reflejen intimidad, ternura y resiliencia. Idealmente en un entorno urbano sutilmente en ruinas, donde la presencia del otro es lo que mantiene todo en pie.