Quisiera amarte
como ama el universo:
sin tiempo, sin medida,
como un pulso eterno
que no cesa en la noche.
No te nombro con la boca,
te nombro con la sangre.
Con cada latido que me sacude
cuando pienso en la geografía de tu alma,
ese lugar donde mis heridas
aprenden a cantar.
No busco tu cuerpo como conquista,
sino como cuna.
No deseo el roce por costumbre,
sino por ritual.
Cada parte de ti
es un verso que aún no comprendo,
pero me arrodillo a leerlo
con la reverencia de quien ha estado
mucho tiempo perdido.
Hay deseo, sí,
pero no uno que quema y se apaga,
sino el que florece
en la ternura de los silencios compartidos,
en la danza lenta
de miradas que se desnudan
antes que la piel.
Yo no sé si esto es amor,
pero si no lo es,
que nadie me lo explique.
Prefiero seguir ardiendo en esta duda
que no sentir jamás
la certeza de tu latido
respondiendo al mío.
Explicación del poema:
Donde Arde el Silencio es una confesión de amor profundo que va más allá del cuerpo y se sumerge en lo sagrado del vínculo humano. El poema explora el deseo no como impulso momentáneo, sino como un fuego persistente que arde en el alma, donde cada emoción, cada pausa, cada mirada es parte de una conexión trascendental. Es un canto a la entrega consciente, al amor como refugio, al deseo que no destruye sino que construye y redime. El poema une sensualidad, vulnerabilidad y una espiritualidad encarnada, envolviendo al lector en un abrazo emocional universal.
Prompt para la imagen acorde al poema:
Una figura humana andrógina, envuelta en un resplandor cálido y etéreo, abrazando a otra figura en un paisaje abstracto de estrellas y fuego suave. Las siluetas están parcialmente fundidas en luz, como si se deshicieran lentamente al tocarse, simbolizando unión espiritual y deseo profundo. Alrededor, el espacio se mezcla con elementos de naturaleza sutiles (flores que nacen del suelo, humo ascendente, agua en calma reflejando el cielo). Estilo: ilustración artística, estilo lírico, con colores cálidos (naranja, dorado, rojo suave) contrastando con sombras azules o violetas. Emoción: amor sagrado, ternura, anhelo profundo, fuego interior.