
Que nuestras palabras
no se las lleve el viento,
sino que caigan, como lluvia lenta,
sobre el alma sedienta
de quien se atreva a escucharlas.
Que cada gesto tuyo,
cada caricia mía,
sea una pincelada invisible
en el lienzo del tiempo,
un trazo que no se borre
ni con el olvido.
No quiero un amor que se diga,
quiero un amor que se haga,
que camine conmigo en silencio
cuando el mundo grite,
que me mire cuando no me reconozca,
que me nombre
cuando hasta yo me haya olvidado.
Hay amores que arden y desaparecen,
como estrellas fugaces en la piel.
Pero el nuestro—
yo lo imagino raíz y constelación,
manantial y fuego,
tinta indeleble escrita a cuatro manos.
Y si un día el tiempo nos borra las voces
y marchita los cuerpos,
que quede lo vivido
como un poema abierto,
como una historia que inspire
a quienes aún creen
que amar es también crear,
que querer es construir eternidad
en cada segundo compartido.
Explicación del poema:
“Donde el Amor se Vuelve Tinta” es una declaración apasionada sobre el deseo de construir un amor que trascienda las palabras y se manifieste en los actos cotidianos. La obra se sostiene sobre la metáfora del amor como un arte: cada palabra es verso, cada acción una pincelada, y la historia de dos almas unidas es un poema que puede iluminar el camino de otros. La atmósfera entrelaza melancolía y esperanza, reflejando la fragilidad de la existencia frente al paso del tiempo, pero también la fuerza poética del amor que deja huella. Este poema invita a reflexionar sobre la trascendencia de los vínculos y su capacidad de transformar lo efímero en eterno.
Prompt para imagen acorde al poema:
Una pareja abstracta, sin género definido, caminando de la mano sobre un sendero de pergamino que se va escribiendo bajo sus pasos. A su alrededor, pinceladas de luz y color forman un cielo de auroras y palabras flotantes. El paisaje mezcla símbolos del tiempo (relojes rotos, hojas secas) con brotes de esperanza (flores, tinta que fluye, constelaciones). El fondo debe sugerir un mundo entre lo real y lo onírico, con tonos cálidos y poéticos que evoquen la creación de un poema viviente.