No sabía llevar el paso,
ni tú seguir el compás.
Pero ahí estábamos,
con la torpeza de quienes no buscan lucirse,
sino encontrarse.
La música no sonaba fuera,
estaba dentro,
en la respiración desordenada,
en el roce accidental de los dedos,
en esa mirada que evitamos
por miedo a caernos dentro.
Tú extendiste la mano
no como quien invita,
sino como quien rescata.
Y yo la tomé,
no como quien acepta,
sino como quien se rinde.
Los pies dudaron,
pero los cuerpos hablaron un idioma
que no necesitaba ritmo.
Nos movimos lento, sin dirección,
y sin embargo,
nunca nos habíamos sentido
tan cerca del hogar.
Había silencio entre nosotros,
pero no vacío.
Había sombras, sí,
pero también
una luz frágil que se encendía
con cada paso compartido.
Y en ese instante breve
donde nada parecía perfecto,
fue donde todo
por fin lo fue.
✨ Explicación del poema:
Donde Nadie Nos Ve Bailar es un poema sobre la intimidad emocional que se forma cuando dos personas se permiten ser vulnerables. Inspirado por la imagen de dos personas que no saben bailar pero aún así se abrazan y se mueven juntos, el poema retrata el amor como un acto de entrega, más allá de lo técnico, más allá del miedo. El baile simboliza la conexión emocional: torpe, sincera y profunda. La poesía explora esa belleza imperfecta que se da cuando simplemente nos dejamos sostener por alguien, aunque no sepamos a dónde vamos.
🎨 Prompt para imagen:
«Dos personas abrazadas suavemente en medio de una habitación vacía y tenue, sin una pista de baile, moviéndose en un vals improvisado. Sus cuerpos no están en postura de baile perfecta, pero hay una conexión evidente entre ellos. El fondo es borroso, con luz cálida filtrándose por una ventana. El suelo es de madera desgastada, y no hay música visible, solo un ambiente de silencio profundo y complicidad emocional. Estilo pictórico suave, como una pintura al óleo contemporánea, con énfasis en los gestos pequeños y la ternura silenciosa.»