En cada palabra que susurras desde la distancia,
siento tu amor como un eco profundo,
como una nostalgia que se mezcla con el dulce anhelo
de encontrarte y acortar el espacio entre nosotros.
Es cierto, amor mío, que nuestros corazones laten en ausencia,
pero cada latido está lleno de ti, de tu esencia,
como una llama que arde silenciosa,
esperando el instante en que pueda alcanzarte.
Te llevo en cada respiro, en cada momento,
en el leve susurro que el viento trae a mis días,
y aunque en mí también habita la tristeza,
es tu amor el que ilumina cada rincón de mi ser.
Guardo cada instante contigo como un tesoro,
y en la vastedad de la distancia, sé que eres mi hogar.
Porque en este amor eterno, mi corazón se rinde,
y en cada latido, amor, solo existes tú… siempre tú.