
Por amor, volaría más allá del tiempo,
donde el infinito calla y las estrellas susurran.
Surcaría los mares que beben de la luna,
dejando mi sombra en los ríos que olvidan.
Por amor, vestiría de luz lo imposible,
deshojando del pecho las espinas dormidas.
Pintaría amaneceres en sus labios,
y en la penumbra sería el eco de su sueño.
Por amor, mi piel se haría sendero,
puente de deseo, abrigo, hoguera.
Su cuerpo sería mi destino encendido,
el verso eterno donde escribir mi vida.
Por amor daría el todo y el abismo,
mi alma desnuda, mi última tregua.
Porque el amor que no entrega su raíz y su vuelo es apenas un fantasma perdido en la niebla.