En el abismo de tus ojos, me pierdo,
donde la oscuridad es un manto de seda,
y tu mirada, una llama que late fuerte,
y me consume, como un fuego que no cesa.
Tu piel, un terreno desconocido,
donde mis dedos se pierden, sin rumbo,
y tu boca, un oasis en el desierto,
donde mi sed se apaga, y mi alma se renueva.
En tus brazos, me refugio de la tormenta,
donde el viento y la lluvia no pueden alcanzarme,
y tu calor, una hoguera que me abriga,
y me hace sentir vivo, en un mundo que no entiendo.
Pero hay momentos en que la llama se apaga,
y la oscuridad vuelve, como un ladrón en la noche,
y me dejo llevar por la desesperación,
y siento que me estoy perdiendo, sin rumbo ni destino.
Es entonces cuando recuerdo,
que la llama que late en ti, es la misma que late en mí,
y que juntos podemos avivarla,
y hacer que la oscuridad se disipe, como el humo de un cigarro.
Explicación del poema:
«La llama que late» es un poema que explora la pasión y el deseo en una relación amorosa. La metáfora de la llama que late en el corazón del amado simboliza la intensidad y la fuerza del amor. El poema describe la conexión emocional profunda entre dos personas, y cómo esa conexión puede ser fuente de consuelo y refugio en momentos de adversidad.
Descripción para la imagen:
Crea una imagen surrealista: una figura humana envuelta en llamas, pero sin sentir dolor, rodeada de una oscuridad que se disipa gradualmente. La figura debe tener una expresión de paz y serenidad, como si estuviera en un estado de éxtasis. En el fondo, una ciudad oscura y desolada, pero con una luz tenue que se filtra a través de las ventanas. La imagen debe transmitir una sensación de pasión y deseo, pero también de paz y tranquilidad.
Versión en inglés para Copilot:
«Create a surreal image: a human figure enveloped in flames, but without feeling pain, surrounded by a darkness that gradually dissipates. The figure must have an expression of peace and serenity, as if in a state of ecstasy. In the background, a dark and desolate city, but with a faint light filtering through the windows. The image must convey a sense of passion and desire, but also of peace and tranquility.»