
Yo te quiero deslumbrante,
brillando como un sol que no se apaga,
te quiero en el roce de la brisa
y en el eco de tus pasos que me alcanzan.
Te quiero cuando sonríes,
cuando la luz danza en tus pupilas
y te acercas despacito,
como quien guarda un secreto en el aire.
Te quiero por tus ojos,
espejos que me invitan a perderme,
por esos besos tuyos
que convierten la vida en un arte sin final.
Te quiero por los misterios
que tejimos en la penumbra,
por los mordiscos de tus labios
que curaban mis heridas como un pacto eterno.
Te quiero porque completas
cada pieza rota de mi rompecabezas,
porque en ti hallé la música
que da sentido a mi existencia.
Eres la verdad que late en mi pecho,
la sombra y la luz,
el todo que me devuelve a mí mismo.
Por eso te quiero.
Por eso soy.