Los Besos que No Entregué

Guardo un beso en el borde del alma
para quien, en silencio, me nombró,
y otro más —como lluvia que no cae—
para quien me olvidó sin rencor.

Tres llevo cosidos en la lengua
para aquel que, de lejos, me pensó,
y aunque el mundo los diga innecesarios,
yo los susurro igual, con corazón.

Uno por el amor que nunca vino,
dos por el que pasó y no miró,
tres por las ausencias que me abrazan
cuando el insomnio vence al reloj.

No pido más de lo que me dieron,
no imploro que regresen al ayer…
pero si alguien, al cerrar los ojos,
me sueña —que lo vuelva a saber—
que en mis labios aún vive su nombre
y un beso que no se dejó caer.


Explicación del poema:

Inspirado en la sencillez luminosa del texto original «Un beso para quien me quiera, dos para quien no me quiera y tres para quien me extrañe.», esta respuesta poética da un giro íntimo y nostálgico al acto de dar besos simbólicos. Aquí, cada beso no entregado guarda una historia: de amor, de ausencia, de deseo silente. El poema es una carta abierta desde la soledad cálida, una que no se lamenta, sino que atesora, esperando que en algún rincón del tiempo, alguien la escuche y la sienta.


Prompt para crear imagen en Copilot:

«Una figura solitaria sentada bajo un cielo estrellado, con el viento moviendo suavemente su cabello. En el aire flotan besos etéreos, como luces suaves o pétalos brillantes, que se alejan en diferentes direcciones: uno hacia la luna, otro hacia un horizonte desdibujado, y tres hacia una figura fantasmal en la distancia. El ambiente debe transmitir nostalgia, esperanza y amor silencioso, con una atmósfera mágica y melancólica.»

Deja una respuesta

© 2007 - GPS-971.com. Todos los derechos reservados.
Desarrollado por www.gps-971.com