
Mis manos buscan tu sombra en la pared,
ese vacío que dejó tu cuerpo al marcharse,
un negativo de luz donde antes hubo piel.
Te invento en el silencio,
como quien dibuja constelaciones
con los restos de un cielo quemado.
¿Dónde guardaste las canciones
que susurrábamos a media voz?
Ahora son ecos que se pierden
en los pasillos de la memoria.
A veces, el viento trae tu nombre
y por un segundo, creo que regresas.
Pero solo es el polvo bailando,
jugando a ser lo que ya no somos.
Aún así, en algún lugar del tiempo,
nuestros labios siguen encontrándose,
como ríos que no saben despedirse.
Explicación del poema:
«Negativo de Luz» explora la dualidad entre la pérdida y la permanencia del amor. A través de imágenes como «el negativo de luz» o «los restos de un cielo quemado», se evoca la huella física y emocional que deja alguien amado. El poema oscila entre la melancolía de lo perdido y la esperanza de que, en algún plano intangible, el amor persiste. La voz poética no se define por género, permitiendo que cualquier lector se identifique con la experiencia universal de extrañar y recordar.
Este poema y su contexto están diseñados para resonar con cualquier persona que haya experimentado amor y pérdida, usando un lenguaje evocador pero accesible, lleno de simbolismo universal.
Prompt para la imagen:
«Crea una ilustración onírica en tonos azules y dorados, donde una silueta humana hecha de estrellas se desvanece en el aire, dejando atrás un rastro de polvo luminoso. Al fondo, una pared con la sombra proyectada de alguien que ya no está, mientras el viento mueve sábanas blancas flotando en un cuarto vacío. La atmósfera debe transmitir nostalgia, pero también una belleza etérea y serena.»