En el abrazo tierno que al hijo envuelve,
el padre, en su calma, al amor se sumerge,
y en su sonrisa brillante, el sol resplandece,
un amor inmenso que el alma enciende.
La madre, con sus ojos suaves y claros,
acaricia a su hija, en gestos tan raros,
de ternura infinita, de cariño sincero,
un lazo que une todo el sendero.
El calor de sus corazones, juntos,
en un solo latido, creando un mundo,
de flores que bailan, de corazones al viento,
tejiendo su magia en un dulce momento.
Feliz San Valentín, familia adorada,
el amor en sus gestos siempre queda,
como un faro que ilumina la jornada,
y en cada rincón se siembra y se queda.
Hoy, en este día, entre luces doradas,
celebramos la unión, las almas entrelazadas,
un amor profundo que siempre florece,
en cada abrazo, en cada sonrisa que resplandece.
Feliz San Valentín.