Si tú me tocas el alma,
hazlo sin miedo al temblor de mis ruinas,
sin preguntar por las grietas ni los huecos
que la vida cavó en mis costillas.
Ven, con tus dudas a cuestas,
con tus miedos mojando los zapatos,
ven, que mis manos ya olvidaron
cómo es tejer un abrazo sin espinas.
No quiero promesas eternas
ni cielos sin nubes,
solo que te sientes conmigo
cuando la sombra me pesa.
Enséñame a nombrar de nuevo la ternura,
a escuchar el silencio sin miedo,
a mirar la lluvia como si fuera
la voz suave del mundo que empieza.
Porque también yo he llorado
el canto de otros labios,
he sentido que el tiempo me ignora,
que los días son una caja vacía
donde guardo las risas que perdí.
Pero si me miras sin juicio,
si rozas mis heridas sin huir,
si dices mi nombre
como si aún importara,
tal vez…
solo tal vez,
podamos reconstruir un rincón del mundo
donde duela menos vivir.
Explicación del poema:
«Si tú me tocas el alma» es una respuesta íntima y serena al poema desgarrador de Ana Ocaña. Mientras el poema original clama por ser salvado del abismo, esta respuesta se ofrece como un eco esperanzado, más silencioso pero no menos profundo. Aquí, el hablante poético no pide ser salvado como quien lanza un grito, sino que invita al otro a acompañar su herida con ternura. Se reconoce el dolor compartido, las ruinas que ambos habitan, y desde esa fragilidad común, se siembra la posibilidad de reconstruir algo verdadero, sin promesas grandiosas, pero con presencia real.
Prompt para crear la imagen acorde (para Copilot u otra IA):
Una pareja sentada bajo la lluvia suave, sin paraguas, tocándose las manos con ternura, como si compartieran una promesa silenciosa. El fondo muestra un paisaje urbano gris y melancólico, pero con pequeñas luces cálidas encendidas en la distancia, como faroles o ventanas. La escena debe transmitir vulnerabilidad, esperanza y conexión íntima. El rostro de uno debe mirar al otro con calma, no con pasión, sino con una ternura contenida, mientras las gotas de agua caen suavemente sobre sus cabellos. El tono debe ser poético, nostálgico y sereno.