Desde el primer rayo de sol hasta el último suspiro de la noche,
mi deseo constante es tenerte cerca, amor mío.
Porque en tu abrazo encuentro un refugio,
un lugar donde el tiempo se desvanece y solo queda la paz.
A veces sueño con dejar de ser fuerte,
con ser solo un alma que busca el abrigo de tu ternura,
como un niño que solo quiere ser mimado en tu amor,
donde cada día sería una caricia, cada instante, un “te amo.”
Quisiera que nuestros días fueran una promesa eterna,
una vida completa repitiendo las palabras que nos unen,
porque al final, mi felicidad es solo eso:
decirte “te amo” y saber que lo escuchas, una y otra vez.
Si pudieras estar aquí, cada segundo sería perfecto,
y el mundo entero se convertiría en un rincón seguro,
donde juntos aprenderíamos que el amor no tiene fin,
y que en tus brazos, por siempre, he encontrado mi hogar.