Amor mío, si tú das un paso hacia mí,
yo recorreré sin dudar esos otros noventa y nueve,
como un viajero que encuentra en su destino el sentido de su andar.
Porque tu amor es el norte de mi brújula,
la razón que me impulsa a cruzar cualquier distancia.
Cada paso mío lleva el peso de mi deseo,
cada respiro mío lleva tu nombre,
y cada latido es una promesa de entregarme sin reservas,
de honrar ese amor que has puesto en mis manos,
un regalo sagrado que atesoro en el rincón más profundo de mi ser.
Sé que el camino es largo y que la distancia nos pone a prueba,
pero mi amor, confía en que, paso a paso,
te encontraré al final de cada sueño,
donde nuestros caminos, por fin, se fundan en uno solo.
A tu lado soy más de lo que he sido,
porque en ti he hallado un amor que no pide nada,
solo una mirada, una promesa, un suspiro compartido.
Así que, da ese primer paso, mi vida,
que yo caminaré con todo mi ser, hasta llegar a ti.