Donde la eternidad cabe en un domingo

Qué milagro sencillo,
hallarte entre los restos de un día cualquiera,
cuando el mundo bosteza y se apaga
y sólo quedamos tú y yo,
sin más testigos que la luna
espiando desde el cristal.

Te imagino aquí,
donde el silencio no incomoda,
donde las palabras se beben lentas
como una cerveza helada
después de tantas guerras internas.

Y entonces,
desnudos no sólo de ropas,
sino de miedos,
nos dejamos caer
en la ternura del deseo sin prisa,
en esa danza donde no hay urgencias,
solo la certeza
de que el amor también arde sin hacer ruido.

Me gustaría hacer del sofá
nuestra barca a la deriva,
y naufragar en tus suspiros
hasta tocar el fondo
de esa intimidad que no se finge.

Después,
quedarme allí,
abrazado a tu respiración,
como si el tiempo supiera
que a veces una noche
puede ser suficiente
para justificar toda una vida.

Y al despertar,
sin que nada haya cambiado allá fuera,
descubrir que sí,
que lo bonito es real,
porque estás tú,
y bastas.


Explicación del poema:
Donde la eternidad cabe en un domingo es un canto íntimo al amor cotidiano y profundo, a la ternura sin artificios, al deseo que nace del alma y no del capricho. La voz poética nos sumerge en la fantasía de un instante compartido que se vuelve eterno: una noche de domingo transformada en refugio, donde la conexión entre dos seres trasciende lo físico y se vuelve espiritual. La melancolía de lo soñado se entrelaza con la esperanza vibrante de lo posible, en un equilibrio que conmueve sin grandilocuencias.


Prompt para la imagen inspirada en el poema:

Una escena cálida en una sala tenue, al anochecer de un domingo. Dos figuras humanas, de género indefinido, están abrazadas en un sofá, descalzas, envueltas en una manta suave. La luz de la luna entra por una gran ventana, iluminando suavemente sus perfiles. En la mesa baja, botellas vacías de cerveza, un cuenco con palomitas, libros abiertos. Afuera, la ciudad duerme. Dentro, reina la intimidad, el amor en silencio. Estilo artístico realista con un toque onírico, tonos cálidos (ámbar, azul suave) y enfoque en las emociones del momento: quietud, conexión, ternura.

Deja una respuesta

© 2007 - GPS-971.com. Todos los derechos reservados.
Desarrollado por www.gps-971.com