
A veces,
las palabras me traicionan.
No caben en ellas
los incendios que provocas
cuando tan solo
te pienso.
He intentado hablarte
con versos,
con la piel hecha tinta
y la voz hecha nudo,
pero todo suena vacío
comparado al rugido
que causas en mi sombra.
Hay noches en que
no sé si escribo
para imaginarte,
o si tu ausencia me escribe
a mí.
Tus formas
se filtran entre las líneas,
como el humo suave
de un deseo que no pide permiso.
Te dibujo con palabras
porque no puedo tenerte,
y en cada trazo de fuego
hay un rincón de mí
que se derrite por tu nombre.
En mi pecho vive
una soledad ardiente,
una promesa que no se dice,
pero que late,
inquieta,
como mis manos
cuando el recuerdo
de tus labios
me visita en silencio.
Te busco en la tinta,
como se busca al aire
cuando falta.
Y si algún día llegas a leerme,
no leas las palabras.
Lee lo que se quiebra entre ellas.
Lee lo que se quema.
Explicación del poema:
«Cuando el Deseo Se Vuelve Silencio» es una confesión íntima desde lo profundo del anhelo amoroso y erótico. El hablante no define género ni identidad fija, permitiendo a cualquier lector proyectarse y sentirlo como propio. El poema mezcla deseo, soledad, escritura y sensualidad, sin caer en lo explícito, pero manteniendo una intensidad emocional que roza el límite entre la ternura y la pasión contenida. Se explora cómo la escritura se convierte en una vía de escape, en un sustituto del tacto, y en una confesión silenciosa de lo que no se puede tener pero que arde por dentro.
Prompt para la imagen:
Una escena íntima y artística, en tonos cálidos y sombras suaves. Una figura solitaria sentada frente a un escritorio antiguo, rodeada de hojas con poemas escritos a mano. La luz de una vela ilumina parcialmente su rostro, que expresa melancolía y deseo. En el fondo, las sombras proyectan siluetas que insinúan la presencia ausente de un cuerpo amado. El ambiente debe sugerir intimidad, pasión contenida, y un toque de ensueño, como si la imaginación estuviera encendiendo la habitación. Estilo artístico, poético, y ligeramente onírico, sin ser literal ni explícito.