No soy un espejo sin grietas,
ni un cuerpo que encaja en moldes.
Soy un mapa de cicatrices,
un río que fluye entre piedras.
No soy la perfección que buscas,
ni la belleza que se exhibe.
Soy el fuego que arde en silencio,
la luz que no necesita brillar.
Pero cuando amo, lo hago con raíces,
con una lealtad que no se quiebra.
Si caes, seré tu suelo,
tu refugio en la tormenta.
No soy el sol que ciega,
ni la luna que se esconde.
Soy la brisa que no se ve,
pero que siempre está.
No prometo días sin sombras,
ni risas que nunca se apaguen.
Pero prometo quedarme,
aun cuando el mundo se derrumbe.
Porque mi amor no es un disfraz,
ni un verso que se olvida.
Es un árbol que crece en la roca,
una fuerza que no se doblega.
Explicación del poema:
Este poema explora la autenticidad del amor, más allá de las expectativas sociales y los ideales de perfección. A través de imágenes como un mapa de cicatrices, un río que fluye entre piedras y un árbol que crece en la roca, se transmite la idea de un amor que no se basa en la apariencia o la perfección, sino en la lealtad, la resiliencia y la presencia constante. El poema entrelaza melancolía y esperanza, recordando que el verdadero amor no huye ante las dificultades, sino que se fortalece en ellas.
Prompt para crear la imagen en Copilot:
«Crea una imagen de árbol solitario creciendo en medio de un paisaje rocoso, con raíces fuertes que se aferran a las piedras. Alrededor, un río que fluye con suavidad, reflejando la luz del atardecer. En el cielo, nubes dispersas que dejan pasar rayos de luz, creando una atmósfera de melancolía y esperanza. En primer plano, una figura humana de pie, con los brazos extendidos hacia el árbol, simbolizando la conexión y la resiliencia. Los colores deben ser naturales y terrosos, con tonos cálidos y fríos en equilibrio.»