Amo como si el tiempo no existiera,
como si cada segundo fuera eterno,
y cada eternidad, un suspiro.
Amo con las manos abiertas,
dejando que la vida se escape entre los dedos,
pero atrapando, con furia,
los destellos que iluminan la oscuridad.
Amo en los amaneceres,
cuando el mundo despierta
y el silencio aún guarda secretos.
Amo en los atardeceres,
cuando el sol se despide
y el cielo se pinta de nostalgias.
Amo en los instantes que no tienen nombre,
en los que el corazón late sin prisa,
y el alma respira sin miedo.
Pero a veces, amo con melancolía,
recordando los días que se fueron,
los besos que no di,
las palabras que callé.
Amo con desolación,
sabiendo que el tiempo no perdona,
que los amaneceres se cuentan,
y los atardeceres se desvanecen.
Aún así, amo con esperanza,
porque en cada latido hay un nuevo comienzo,
en cada respiro, una promesa.
Amo porque es lo único que me salva,
lo único que me hace sentir vivo,
en este viaje fugaz
donde el amor es el único refugio,
la única verdad.
Explicación del poema:
Este poema explora la universalidad del amor como una fuerza que trasciende el tiempo y las circunstancias. A través de imágenes vívidas y un lenguaje evocador, se entrelazan la melancolía por lo perdido, la desolación ante lo efímero y la esperanza vibrante de un nuevo comienzo. El poema invita a reflexionar sobre cómo vivimos y amamos, recordándonos que cada instante es una oportunidad para sentir profundamente y conectarnos con lo que realmente importa.
Prompt para la imagen:
«Crea una imagen que represente el paso del tiempo y la intensidad del amor. Muestra un paisaje dividido: en un lado, un amanecer vibrante con colores cálidos que iluminan el horizonte; en el otro, un atardecer melancólico con tonos fríos y sombras alargadas. En el centro, una figura andrógina con las manos extendidas, liberando pájaros que simbolizan el amor y el tiempo. Los pájaros vuelan hacia el amanecer, mientras algunos se desvanecen en el atardecer. La atmósfera debe transmitir una sensación de fugacidad y esperanza, con un equilibrio entre luz y oscuridad.»