
Hay un instante,
antes del roce,
en que el mundo deja de girar
y sólo quedamos tú
y el temblor de mi respiración.
No es el deseo lo que me enciende,
sino el modo en que pronuncias mi nombre,
como si cada letra rozara mi piel
desde adentro.
Tus palabras no tocan,
pero desnudan.
Me recorren
como una brisa que no pide permiso,
como una llama que no quema,
pero consume.
Cierro los ojos
y tu voz se convierte en tacto,
en caricia anticipada,
en fuego sin manos.
Es ahí —en el umbral del gesto,
en la promesa contenida—
donde arde lo verdadero.
No necesito verte
para sentir que me posees.
Basta tu ausencia hecha voz,
tu silencio lleno de intenciones,
para que el pulso se desboque
y mi alma se rinda
como si ya estuvieras aquí.
🕊️ Explicación del poema:
“Donde Arde el Silencio” explora el erotismo sutil y emocional que nace del vínculo íntimo más allá de lo físico. A través de la sensualidad de las palabras y la evocación del deseo contenido, el poema refleja la poderosa conexión entre dos seres que se conocen profundamente. La tensión emocional, la expectativa y la entrega espiritual son los protagonistas, demostrando que el amor y la pasión más intensos pueden nacer incluso en la distancia, en un susurro, o en la simple evocación del otro.
🎨 Prompt para generar la imagen acorde al poema:
«Una escena poética y sensual en tonos cálidos y tenues. Una figura humana con los ojos cerrados, envuelta en sombras suaves, con luz dorada tocando su rostro como si una voz invisible la acariciara. El entorno es íntimo y etéreo, con elementos simbólicos como humo, seda o una brisa dorada que sugiere deseo contenido. La expresión debe transmitir emoción intensa, conexión interior y vulnerabilidad. Estilo artístico, con enfoque en la atmósfera emocional más que en el realismo.»