
Te aventaste,
te lanzaste sin miedo al vértigo
de este amor que nos nombra,
que nos hace y nos deshace
como un oleaje infinito.
Y yo…
yo no corrí, no huí,
pero confieso que al principio
miré el abismo con cautela,
con ese temor que da el amor
cuando es tan grande
que parece imposible sostenerlo.
Pero aquí estoy,
porque en tu risa entendí el refugio,
porque en tu mirada descubrí la certeza
de que amar no es solo un salto,
es quedarse en el aire
y aprender a volar juntos.
Así que dime,
si tú te aventaste,
si apostaste por este amor sin dudas,
¿cómo no quedarme yo?
¿Cómo no hacer de este abismo
un cielo abierto
donde los días malos
también encuentran su luz?
Aquí me quedo,
sin miedo, sin escape,
porque si amar es lanzarse,
amarte es aprender a aterrizar.
Explicación del poema:
Este poema responde al original con una perspectiva de entrega reflexiva. Mientras el poema inicial habla del amor como un salto sin miedo, aquí se reconoce que no siempre es fácil dar ese primer paso, pero que el amor verdadero enseña a confiar. «Si Te Aventaste, Aquí Me Quedo» refuerza la idea de que el amor no solo es lanzarse al vacío, sino también quedarse, aprender a sostenerse en él y construir algo más allá del vértigo inicial. Es un poema que equilibra la pasión con la profundidad del compromiso, mostrando que el amor es un viaje de dos.
Prompt para la imagen en Copilot:
«Crea una imagen poética y simbólica de dos figuras en lo alto de un acantilado, una de ellas saltando con los brazos abiertos y la otra observando con una mezcla de duda y admiración. La escena transmite tanto el vértigo como la confianza en el amor. El cielo es amplio, con tonos cálidos de atardecer que reflejan esperanza y entrega. El viento juega con sus ropas y cabellos, representando la emoción del momento. La figura que aún no ha saltado comienza a dar un paso adelante, mostrando la decisión de quedarse y compartir el vuelo.»