
Quiero regalarte el mar,
no sólo sus aguas azules,
sino cada ola que susurra secretos,
cada horizonte que promete un mañana.
Que el amor se despliegue en su vastedad,
como un canto eterno que nunca se apaga.
Quiero tejer un mundo para ti,
donde los días despierten con risas,
donde la felicidad no sea un instante,
sino el aire que respiras,
el suelo que sostiene cada paso tuyo,
los cielos que abrazan tu mirada.
Y más allá de este mundo,
quiero darte un infinito,
un cosmos sembrado de estrellas,
cada una encendida por el fuego
de lo que siento por ti.
Que iluminen tus noches,
que guíen tus sueños.
No quiero ser dueño de nada,
sólo el guardián de tu alegría,
el eco de tus pasos en los días claros,
el refugio en los momentos oscuros.
Porque en ti encuentro el universo
que quiero regalar,
un océano infinito
que cabe en la inmensidad de tu ser.