No me preguntes si el viento
me arrastra hacia otros brazos,
si mi sombra se disuelve
cuando no estás mirando.
No pongas en juicio
lo que el silencio ya ha dicho mil veces:
que te elijo,
sin horario, sin cláusulas,
sin la menor intención de huir.
Estoy aquí
no por costumbre,
ni por miedo a la soledad,
sino porque tu risa
es el hogar donde descansan mis cansancios,
porque tus ojos
son la tregua
que el mundo jamás supo darme.
No hay interés más alto
que despertar a tu lado
y saber que existes,
que eres real
en medio de tanta ficción que se disfraza de amor.
No quiero promesas,
ni pruebas de fe diaria.
Solo quédate,
y si alguna vez dudas,
mírame como ahora,
y entenderás que nunca supe
caminar hacia ningún sitio
que no fueras tú.
Explicación del poema:
A Quien Nunca Dudaría de Ti es un poema que navega por las aguas profundas de la inseguridad emocional dentro del amor. Explora la necesidad humana de reafirmación frente al miedo a la pérdida, pero responde desde la convicción amorosa absoluta, sin condiciones. La voz poética se pronuncia con firmeza y ternura, desnudando el alma para transmitir que el amor verdadero no necesita ser interrogado: simplemente se manifiesta en la elección constante. La melancolía de las dudas se transforma en esperanza vibrante cuando el amor se ofrece como certeza.
Prompt para imagen inspirada en el poema:
Una escena simbólica de amor incondicional. Una figura humana sentada al borde de una cama, mirando a otra figura dormida, con una expresión de calma y entrega. Afuera, a través de una ventana abierta, se ve un cielo azul profundo con nubes suaves y un amanecer naciente. En el ambiente hay una lámpara encendida con luz cálida, y libros, una taza de té humeante, y una fotografía antigua sobre la mesa. El estilo debe ser poético y emocional, con pinceladas suaves, iluminación melancólica pero esperanzadora, transmitiendo intimidad, elección consciente y amor duradero.