Donde Respiran las Almas

Para mi existencia basta tu latido,
un compás suave que sostiene mi caos,
como un faro que no exige,
solo ilumina el sendero del regreso.
Eres refugio y promesa,
un rincón del universo donde el tiempo no pesa
y la memoria descansa.

Pero para ti,
quiero ser viento que no encierra,
el horizonte que te invita a volar,
a perderte en los sueños que nacen de tu propia piel.
No deseo atraparte,
solo acompañarte hasta los confines
de aquello que anhelas alcanzar.

En ti, encuentro un hogar;
en mí, deseo ser la libertad que amas.
Somos dos raíces entrelazadas
y a la vez dos alas abiertas al infinito,
el equilibrio perfecto entre lo que toca la tierra
y lo que acaricia las estrellas.

Cuando te miro,
veo un cielo que no quiero poseer
pero sí proteger,
un universo que vibra
con la fuerza de quienes aman sin cadenas.

Que la vida nos encuentre así:
yo descansando en tu pecho,
tú volando con mis alas,
y ambos respirando el aire compartido
de un amor que no limita
sino expande.

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